Me llamas,sin ni siquiera nombrarme
y consigues despertarme.
estiras tu mano, atinas mi frente
sin ni siquiera mirarme.
Ahora, en la noche
ya no recuerdo,quién fue
el que dejó de querer...
Tú, que me abrazaste un instante
o yo, que no quise acompañarte.
una idea original de María de los Ángeles Durán Cano.